Construyendo un sueño

Santiago Ferreira
Dec 27, 2021
2 min read

Updated: Dec 5, 2022

Disfrutar el proceso tanto como el resultado... Todo se aprende...

Dos bellas lecciones que me dejó esta etapa.

Cuando nos limitamos a hacer -lo que sabemos hacer- olvidamos que iniciamos el viaje sin saber nada. Por eso es profundamente gratificante mirar hacia atrás y revisar cómo cada esfuerzo hizo la diferencia, cómo cada totazo fue una enseñanza... hace unos años no se nos hubiera ocurrido pensar que hoy estaríamos frente a una casita que construimos con nuestras propias manos. ¡Qué orgullo!

Durante el proceso, hubo momentos en los que el progreso parecía minúsculo. Días enteros en los que parecíamos no avanzar. Cada vez que ocurrió, nos repetimos con devoción: "Cada tornillo cuenta". Y es que incluso los más pequeños logros conllevan grandes méritos (que no se me olvide). Al finalizar cada jornada siempre nos quedó una sonrisa, y uno que otro morado.

¿Cómo lo hicimos?

Trabajando fines de semana, festivos y cada vez que pudimos escapar de la vida ordinaria para llevar y traer materiales, buscar proveedores, viajar, cotizar, contratar, investigar, modelar, diseñar, debatir, trasnochar, madrugar, martillar, pintar, atornillar, cortar, lijar, pulir, taladrar, amarrar, medir, corregir, escalar, gatear, tropezar, levantar, sostener, empujar, aguantar, cargar, apretar, armar, desarmar, practicar, encender, apagar, reír, pelear, quejarnos, asustarnos, atrevernos y casi siempre, disfrutar. Al final lo hicimos sobrepasando cada obstáculo con decisión y empeño, aún con la lluvia, el frio, el calor, el cansancio, la incertidumbre y las duras condiciones de acceso. Y mucho café.

Todo a su tiempo:

Ahora entiendo lo que significa "Confiar en el Proceso". A veces sabemos a dónde queremos llegar, pero no sabemos cómo o cuándo lo realizaremos. Al final, es el mismo camino quien va dictando el siguiente paso. Eso sí, hay que saber por dónde empezar y cómo reaccionar ante las necesidades del proyecto.